Ahora mismo soy tan feliz que no tengo palabras para describir este momento.
Puede que no lo supieses, pero siempre tuve la esperanza aquí, metida bien dentro. Incluso cuando ibamos 0-1, y toda mi casa estaba sumida en un pesimismo sin fin. Pero yo no, y yo creo que este el el poder de mi Barça, dar a la gente como yo, depresivos negativos sin remedio, dar ilusión para esperar que, esta vez si, las cosas son distintas. Y yo me lo creí, y así ha sido. Estoy orgullosa de los míos, y porque no, estoy contenta porque en todo momento de estos estresantes 90 minutos, he creido que podiamos recuperarnos. Y ya es mucho decir, en una final.
Esta es la historia de todos nosotros, por fin.
Gracias.
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