viernes, mayo 11, 2007
Como cada dia, él baja por las escalares. Y como cada dia, yo me lo quedo mirando, sin saber muy bien porqué. Me lo quedo mirando de pie sin nada más que hacer, esperando que decida dar el rodeo, él que siempre va por los pasillos. Pero no, nunca llega hasta mi, siempre se pilla un atajo y nunca me mira. Y luego, aún mejor, me quedo mirando su espalda, me quedo mirándole mientras anda, y nunca sé porque. Casi me gusta mirarle más cuando anda, de espaldas.
Y no es para nada mi tipo, no, no es eso. Es pálido, y tiene los ojos azules.
Pero hoy ya lo sé. Hoy ya sé que su andar me recuerda al de otro.
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