miércoles, julio 11, 2007


Hay un señor que se pasea por el CI cada dos por tres. Hay muchos de esos, gente que ves cada dia y te preguntas si esperan ver algo distinto cada vez que entran ; o que tipo de excitación y entusiamo les produce estar en el mismo lugar, en el mismo tiempo cada dia del año.

Pero este señor es distinto. Este señor, que es ya mayorcito, tendrá unos 60 años, me dice cosas, cuando pasa delante de Swarovski. Un dia me dijo que todo lo que tenia la tienda eran simples adornos ( y yo con cara de 'no, si ya lo sé señor', bastante confundida por la obviedad de su afirmación) y que la joya era yo. Ayer, lo mismo que muchos otros dias, pasó por delante y me comentó que iba a ser su comité de despedida, que era lo más hermoso ( textualmente) que había en el CI. Estas cosas siempre me dan por pensar. Como que como puede ser que nuestra visión de nosotros mismos sea tan radicalmente opuesta a la de aquéllos que nos observan. En la diferencia de opiniones de aquéllos que nos observan, porque si, vale, este señor puede considerarme hermosa mientras otros piensan que soy del montón ( preferiria no ser pesismista) o lo que sea.

Hay alguna opinión que sea universal? Es el aspecto físico exclusivo? Puede que nuestra percepción de los demás sólo se base en nuestras propias vivencias, y deseos, sueños del pasado, asociaciones varias. Ya no entro en el tema percepción de las personas cuando son cercanas a nosotros, solamente extraños.

No me molesta que me diga cosas, y eso que suelo molestarme por este tipo de actitudes, que además de insinceras suelen parecerme inoportunas, de mal gusto o simplemente me incomodan hasta decir basta. Pero ayer me hizo ilusión pensar que hay una persona en este mundo, por vieja que sea, por ajena a mi que sea, que me considera hermosa.

Por nunca nadie me ha llamado hermosa.

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